Todos sabemos que la producción de un equipo es mayor que la suma de las producciones individuales de cada miembro, así que veamos algo sobre la producción de acción en equipo, ese tema que parte de las charlas, absolutamente necesarias, que le dan vida al cumplimiento de un objetivo.
Esas promesas, que nos lanzamos los humanos para llevar a cabo ciertas cosas en un tiempo determinado, son la clave.
Tratando de resumirlo en una frase, liderar un equipo se trata de ser el jefe de una red de promesas que nos lleva a cumplir los objetivos de la organización.
Hace ya un tiempo leí un artículo en la Harvard Business Review llamado "Management basado en promesas: la esencia de la ejecución excelente", de Donald Sull y Charles Spinosa, que sigue totalmente vigente.
Estos dos genios comparten cinco características que consideran esenciales en las "buenas promesas", así que te las resumo y agrego algunos tips:
Promesas a la Luz del Día
Imagina hacer promesas frente a tus compañeros y jefes.
Esto, seguramente te compromete más, incluso para mantener tu imagen.
Hacer promesas en público, especialmente las relacionadas con los objetivos de la empresa, contribuye a crear una cultura transparente y enfocada en la ejecución.
Entonces, nada de ocultarse.
Actitud Proactiva
Las promesas efectivas no surgen de pedidos mecánicos, sino de un proceso dinámico de negociación colaborativa.
Las conversaciones activas implican pedidos, ofertas, contraofertas y rechazos, algo que es más que un intercambio infinito de opiniones sobre lo que podría pasar en el futuro sin transformarlo en acciones concretas.
Por lo tanto, menos charla y más acción.
Voluntariedad al Máximo
En muchas organizaciones, la gente se siente obligada a aceptar todos los pedidos que reciben por miedo a ser vistos como incompetentes o a algo peor.
Las promesas más poderosas no son forzadas y la gente se compromete más cuando siente que toma decisiones autónomas.
La posibilidad de decir no o de hacer una contraoferta frente a un pedido, genera mayor compromiso que un "sí" automático.
Así que, da la oportunidad de expresarse libremente y hazte cargo del resultado.
Claridad Extrema
Los clientes y proveedores, tanto internos como externos, deben saber quién hará qué, para quién y cuándo.
Las promesas implícitas pueden ser rápidas y fáciles de establecer, pero suelen dar lugar a malentendidos.
La clave está en ser totalmente explícito para evitar confusiones.
Promesas con Propósito
En las promesas efectivas, el cliente (interno o externo) explica los razonamientos detrás de su pedido, sus preocupaciones y el propósito de lo que pide.
Esto proporciona al realizador más información para tomar decisiones informadas durante la ejecución, y comprometerse con conocimiento de causa.
De esta manera, le dará un sentido más profundo a sus promesas.
Ahora déjame darte algunos consejos extra para que logres tus objetivos:
Flexibilidad en las Promesas
En un mundo que cambia rápido, ser flexible con las promesas es clave.
Aprende a adaptarte a nuevas circunstancias y ajustar las promesas sin perder de vista los objetivos finales.
Comunicación Constante
Mantén una comunicación abierta y constante sobre el progreso de las promesas.
La transparencia fortalece la confianza y ayuda a resolver problemas antes de que se conviertan en crisis.
Reconocimiento de Logros
Celebra los éxitos y aniversarios de las promesas cumplidas.
El reconocimiento positivo motiva a todos a seguir comprometidos con la ejecución.
Capacitación en Habilidades de Negociación
Mejora tus habilidades de negociación para que las promesas resulten de conversaciones efectivas.
Saber cómo llegar a acuerdos beneficiosos para ambas partes es fundamental.
Crea un Ambiente de Confianza
Fomenta un ambiente donde la confianza sea el pilar.
La confianza permite que las promesas se hagan con seguridad y se cumplan con convicción.
En resumen
Las buenas promesas son la clave para la ejecución exitosa en cualquier organización.
Asegúrate de que sean públicas, activas, voluntarias, explícitas y tengan un propósito.
Además, incorpora flexibilidad, comunicación constante, reconocimiento de logros, habilidades de negociación y un ambiente de confianza para potenciar el impacto de tus promesas.
¡Mucho trabajo por hacer así que a comenzar!
Preguntas de autoanálisis
¿En tu organización, las promesas relacionadas con los objetivos se hacen públicas, ante colegas y superiores?
¿Las conversaciones para establecer promesas son dinámicas y colaborativas, involucrando pedidos, ofertas, contraofertas y rechazos, en lugar de ser mecánicas?
¿Existe la libertad para que los miembros del equipo digan "no" o contraoferten frente a un pedido, sin temor a ser vistos como incompetentes u obtener castigos?
¿Las promesas en tu organización son explícitas, con claridad sobre quién hará qué, para quién y cuándo?
¿En las promesas que se hacen, los involucrados toman el tiempo de explicar los fundamentos de su pedido, sus preocupaciones y el propósito detrás de la promesa?
Si una o más respuestas fueron negativas, hay mucho que se puede hacer y nosotros somos los especialistas dispuestos a ayudarte.
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