¡Hola, colegas del mundo empresarial!
Vamos a zambullirnos en las turbulentas aguas de la agilidad empresarial, esa habilidad mágica de adaptarse y cambiar antes de que el tsunami de la competencia nos haga naufragar.
Como buen capitán de este barco llamado "Innovación y Supervivencia", les traigo una brújula que no falla y algunas historias del mar de la experiencia para que no terminemos todos como el Titanic.
La Meta: Más que un libro, una revelación
Recuerdo aquellos días cuando me embarqué en la lectura de "La Meta" de Goldratt y Jeff Cox.
Para los no iniciados, es como el mapa del tesoro en la jungla de la gestión.
Alex Rogo y su compinche Lou se la pasan como en una película de detectives tratando de resolver el misterio de la productividad perdida.
Todo muy dramático, pero, ahora en serio, emergieron tres preguntas cruciales que todo manager debería tatuarse en la frente:
1. ¿Qué cambiar?
La madre de todas las preguntas.
Si las cosas no van bien, cambiarlas es la respuesta más obvia.
A veces es difícil, como convencer a tu abuela de que las redes sociales no son el diablo, pero es necesario.
2. ¿Hacia qué cambiar?
Aquí es donde la cosa se pone filosófica.
No se trata solo de cambiar por cambiar, sino de apuntar a un destino mejor.
Como cuando decides que tu próximo destino vacacional no sea el jardín de tu casa con la pileta de lona, sino un spa todo incluido en el Caribe.
3. ¿Cómo causar el cambio?
Ah, el Santo Grial.
No es suficiente con querer cambiar y saber hacia dónde ir.
Hay que tener el plan, la estrategia, y la dosis adecuada de café para implementarlo sin volverse loco en el intento.
El personaje Alex Rogo tenía razón al plantearle a Lou estas preguntas.
Si no las respondes, ¿de verdad mereces llamarte manager?
Es como si te llamaras "Capitán" sin saber navegar y solo teniendo experiencia en barcos de papel.
Travesías ágiles: Un manual práctico
Ahora, dejemos de lado los dramas y vayamos a lo práctico.
Aquí van algunos consejos sacados del baúl de la experiencia (y del sudor que me ha costado ponerlas dentro del baúl):
Adopta el mindset ágil
No se trata solo de decir "somos ágiles".
Hay que vivirlo.
No tiene coherencia decirte a ti mismo que eres "más saludable" mientras te comes una pizza entera.
La agilidad empresarial es una filosofía, no solo una etiqueta de moda.
Itera con energía y rapidez
Las iteraciones son como ensayos generales.
Falla rápido, aprende rápido, mejora rápido.
Es como cuando intentas bailar salsa por primera vez, seguramente pisas a tu pareja más veces que las que aciertas el paso, pero si sigues practicando, aprendes.
Comunica, comunica, comunica
La comunicación (me gusta llamar a esto híper-comunicación) es el pegamento que mantiene unidos los equipos ágiles.
Comunica por todos los medios posibles como reuniones presenciales, carteleras, mails, intranet y toda otra forma que se te ocurra.
Si no dices a tus marineros hacia dónde van, terminarán todos en una isla desierta viendo quién se come el último coco.
Celebra los pequeños éxitos
No esperes a llegar al puerto final para celebrar, asi que reconoce y celebra cada avance.
Cuando te sientas frente a la chimenea, si quieres mantener el calor, vas agregando troncos para mantener el fuego vivo, en este caso, las celebraciones son esos troncos.
El Mapa del tesoro: Innovación y adaptabilidad
En este viaje hacia la agilidad, siempre es útil tener un mapa.
No uno de papel que se moje con el primer chaparrón, sino un plan estratégico bien pensado:
1. Define tu visión
¿Qué quieres lograr?
No es suficiente con decir "ser los mejores".
Sé específico y fija objetivos SMART (del inglés específicos (Specific), measurable (Medibles), alcanzables (Achievable), realistas (Realistic) y de duración limitada (Time-bound))
2. Planifica con flexibilidad
No te cases con tu plan.
Las cosas cambian, el mercado se mueve y tu competencia no duerme.
Mantén tu plan flexible como una contorsionista de circo.
3. Ejecuta con pasión y paciencia
La pasión te da la chispa inicial, pero la paciencia te mantiene en el juego a largo plazo.
Es como cuando decides aprender a tocar la guitarra.
No esperas que luego de la tercera clase suenes como Gary Moore o Eric Clapton.
Citas célebres para navegantes intrépidos
Como todo buen artículo, no puede faltar una cita célebre para darle el toque de sabiduría extra (y figurar como que somos algo sabios también, o, al menos, leídos).
Aquí va una que siempre me ha inspirado en mis momentos más oscuros de gestión:
"La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces."
Steve Jobs
Así es, amigos navegantes de la agilidad.
En el mar de la gestión, el amor por lo que haces es tu mejor brújula.
Cuando amas lo que haces, la agilidad se vuelve tu mejor amiga, no ese extraño con quien te sientes incómodo en la fiesta de la empresa.
Consejos para prevenir problemas en el viaje ágil
Finalmente, no podemos cerrar sin unos cuantos consejos para evitar naufragios en tu travesía hacia la agilidad empresarial.
Aquí van unos tips para mantener el barco a flote y navegando en la dirección correcta:
1. No te enamores del plan
Es fácil enamorarse del plan perfecto que creaste, pero recuerda que el cambio es la única constante.
Mantén la mente abierta y adapta el plan según sea necesario.
2. Evita la micromanipulación
Deja que tus equipos tengan la autonomía para tomar decisiones y resolver problemas.
La micromanipulación o micromanagement puede ahogar la creatividad y la innovación.
3. Fomenta una cultura de aprendizaje
Promueve un ambiente donde los errores se vean como oportunidades de aprendizaje y no como fracasos.
Esto alentará a tu equipo a probar nuevas ideas sin miedo.
4. Asegura la colaboración
La agilidad se basa en la colaboración.
Asegúrate de que tu equipo tenga las herramientas y los procesos necesarios para trabajar juntos de manera efectiva.
5. Escucha a tu equipo
Tus colaboradores están en la primera línea y a menudo tienen las mejores ideas sobre cómo mejorar los procesos.
Escúchalos y valora sus aportes.
6. Mide y ajusta constantemente
No te conformes con medir el éxito al final de un proyecto.
Implementa métricas continuas para evaluar el progreso y ajustar el rumbo según sea necesario.
7. Cuida el bienestar del equipo
Un equipo agotado no puede ser ágil.
Fomenta un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y asegúrate de que todos tengan el tiempo necesario para descansar y recargar energías.
En resumen, ser ágil no es solo una moda pasajera.
Es una forma de vida empresarial que puede llevarte desde las profundidades de la mediocridad hasta las alturas del éxito.
Con las preguntas correctas, el mindset adecuado y un plan que cambie tan rápido como sea necesario, puedes convertirte en el Capitán Ágil que tu tripulación necesita.
Así que recuerda, abraza el cambio, celebra las pequeñas victorias y nunca subestimes el poder de una buena taza de café en las mañanas de brainstorming.
¡Que los vientos de la agilidad soplen siempre a tu favor!
Autoevaluación de la agilidad empresarial: 5 Preguntas clave
Para determinar en qué medida una empresa ha adoptado y aplicado principios ágiles, es fundamental realizar una autoevaluación exhaustiva.
A continuación, te presento cinco preguntas clave que pueden ayudar a cualquier organización a evaluarse en este aspecto:
¿Tenemos un Mindset Ágil Integrado en Toda la Organización?
¿Realizamos Iteraciones Frecuentes y Efectivas en Nuestros Proyectos?
¿Cómo Manejamos la Comunicación y Colaboración en la Empresa?
¿Celebramos y Reconocemos los Logros de Nuestros Equipos?
¿Tenemos un Plan Estratégico Flexible y Adaptable?
Si una o más respuestas resultaron negativas, tenemos una buena noticia: El problema tiene solución, y nosotros podemos ayudarte con eso
Excelente putno de vista y consejos. Muchas Gracias.