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Foto del escritorDaniel Sachi

La Responsabilidad Social Empresaria: ¿Moda o Necesidad Real?


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Hace unos 35 años, cuando me adentraba en el mundo de la consultoría y facilitación de procesos de aprendizaje, me encontré con algo curioso.


Muchos ejecutivos temblaban al hablar de cambios, como si fuera sinónimo de dolor.


Pero lo cierto es que, para mejorar, a veces toca incomodarse un poquito.


Y aunque es verdad que podemos (y deberíamos) enfocarnos en las cosas positivas, no podemos negar que el crecimiento implica estirarse y salir de la zona de confort.


Esto me recuerda una frase célebre de Winston Churchill: "El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo." 


Claro que podemos sustituir “fracaso” por “aprendizaje” y así suena menos fatalista.

Porque al final, lo que importa es cómo usamos esas experiencias para mejorar y avanzar, tanto a nivel personal como organizacional.


Y aquí es donde entra en escena la Responsabilidad Social Empresaria (RSE).


La Responsabilidad Social Empresaria: ¿De qué se trata?

En pocas palabras, la RSE consiste en que las empresas no solo se preocupen por hacer dinero, sino también por generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.


No se trata solo de donar para quedar bien en la foto, sino de actuar con conciencia y responsabilidad en el día a día.


Es como cuando en casa decides reciclar, ahorrar agua o hacerte cargo de que siempre tus acciones tienen consecuencias.


Lo mismo, pero a lo grande, sucede con las empresas, que tienen un alcance mayor y pueden marcar una diferencia mucho más significativa.


¿Conoces el modelo de Indagación Apreciativa?

Este enfoque, diseñado por David Cooperrider, se basa en algo fundamental: en vez de centrarnos en lo que no funciona, nos enfocamos en lo que sí.


Porque, aceptémoslo, es mucho más divertido hablar de lo que está bien que hacer una lista de problemas, y la buena noticia es que funciona.


Cuando una empresa decide adoptar un modelo de RSE desde la perspectiva de la Indagación Apreciativa, cambia el juego por completo.


Ya no es “vamos a corregir lo que está mal”, sino “vamos a construir sobre lo que estamos haciendo bien”.


¿Qué tal si en lugar de decir “esta empresa contamina menos que otras” decimos “somos líderes en innovación sostenible”?


Es una cuestión de enfoque, y como en todo en la vida, la perspectiva importa.


El ciclo de las 4D’s: Un mapa para el cambio

La Indagación Apreciativa tiene un proceso que, a lo mejor, te suena medio esotérico: el ciclo de las 4D’s (Discovery, Dream, Design, Destiny). Pero no te preocupes, que no vamos a invocar nada raro aquí.


Simplemente, se trata de un camino claro para que las organizaciones logren el cambio que desean, y lo mejor de todo es que funciona de maravilla en temas de RSE.


Vamos a desglosarlo un poquito:

  • Discovery (Descubrimiento):

En esta fase, la empresa se pregunta: “¿Qué estamos haciendo bien?”.  Es el momento de descubrir las fortalezas, y esto ayuda a tener una base sólida desde la cual construir. Y, ojo, esto no significa tapar los errores, sino resaltar las cosas que realmente suman.

  • Dream (Soñar):  Acá se trata de soñar en grande. ¿Qué queremos ser? ¿Cómo nos imaginamos en el futuro? Las empresas que practican la RSE no solo piensan en cómo generar más ingresos, sino en cómo pueden hacer que su impacto en el mundo sea mejor. Es ser un visionario, pero con los pies en la tierra.

  • Design (Diseño):  Este paso es clave. No basta con soñar; hay que diseñar un plan de acción. ¿Cómo llegamos a ese futuro ideal? Aquí es donde se empiezan a tomar decisiones y a definir las estrategias para implementar cambios concretos.

  • Destiny (Destino):  Finalmente, el destino. Esta es la fase en la que todo lo planeado se pone en marcha. Pero, ojo, nunca es el destino final. Siempre hay más por hacer y mejorar, especialmente en temas de responsabilidad social, donde las necesidades y desafíos evolucionan constantemente.


El poder de lo positivo en la RSE

En el contexto de la RSE, el modelo de Indagación Apreciativa tiene un impacto brutal.


Al centrarse en lo que la empresa ya hace bien, se crea un ambiente de optimismo y posibilidad.


Las empresas dejan de verse como “malas” o “culpables” de ciertos problemas, y comienzan a ser vistas como agentes de cambio.


¿Cómo no va a ser más motivante trabajar en una empresa que está creando un futuro mejor en vez de estar simplemente arreglando problemas?


Este enfoque también tiene la capacidad de alinear a los equipos internos.


Cuando todos ven el lado positivo de las cosas y entienden que, aunque haya desafíos, la meta es construir algo mejor, el compromiso aumenta.


¿Quién no quiere ser parte de algo más grande, algo que realmente tiene un impacto positivo?


Un caso de éxito en la RSE

Imaginemos que una empresa decide enfocarse en reducir su huella de carbono.


En lugar de castigar a los empleados cada vez que algo sale mal, deciden aplicar el ciclo de las 4D’s.


Primero, identifican qué ya están haciendo bien: puede que estén utilizando energías renovables en un 30% de sus operaciones.


Luego, sueñan con ser 100% renovables.


Diseñan un plan para alcanzar esa meta y, finalmente, lo implementan.


En este proceso, no solo mejoran su impacto ambiental, sino que también involucran a todos los empleados en el camino.


Nadie se siente culpable por no haber llegado aún a la meta, sino que todos están enfocados en avanzar y mejorar.


Es un cambio de paradigma poderoso.


Consejos para evitar problemas en la implementación de la RSE

Ahora, no todo es color de rosa.


Como en todo, la implementación de una estrategia de RSE puede presentar desafíos.


Aquí van algunos consejos para que el proceso sea lo más fluido posible:

  1. Involucra a todos los niveles de la organización:  La RSE no es solo un tema de la alta dirección. Todos deben sentir que tienen un rol en este proceso de cambio.

  2. Sé transparente: 

    La transparencia es clave.

    Comunica de manera abierta los avances y los desafíos que enfrentas en el camino.

  3. Evita el “greenwashing”:  No se trata de solo hacer campaña publicitaria. La RSE debe ser genuina, y las acciones deben tener un impacto real. El mercado y los consumidores están cada vez más atentos a las empresas que fingen ser responsables.

  4. Mide los resultados:  No solo sueñes. Es fundamental medir el impacto de tus acciones para saber si realmente estás haciendo la diferencia.

  5. Sé paciente:  El cambio no ocurre de un día para otro. La responsabilidad social es un proceso continuo. Celebra los pequeños logros y sigue adelante.


Reflexión final

La Responsabilidad Social Empresaria no es una moda pasajera, ni una excusa para quedar bien en las redes sociales.


Es una necesidad real para las empresas que quieren prosperar en el largo plazo y, al mismo tiempo, contribuir a un mundo mejor.


Aplicar enfoques como la Indagación Apreciativa puede ser la clave para transformar las organizaciones y alinearlas con un futuro más sostenible, inclusivo y optimista.


Y, como dijo una vez Henry Ford, “El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia”.


¡Sigamos aprendiendo y mejorando!


Preguntas

Aquí tienes 5 preguntas de autoevaluación para que tu empresa se examine en el tema de la Responsabilidad Social Empresaria

  1. ¿Tu empresa tiene políticas claras de Responsabilidad Social empresaria implementadas?

  2. ¿Se involucra a los empleados de todos los niveles en las iniciativas de RSE?

  3. ¿Tu empresa mide regularmente el impacto social y ambiental de sus actividades?

  4. ¿Las acciones de RSE están alineadas con los valores y misión de la empresa?

  5. ¿Se comunica de manera transparente el progreso de las iniciativas de RSE a los interesados?


Si una o más respuestas fueron negativas, hay trabajo que hacer y somos los candidatos ideales para ayudarte a hacerlo.

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1 commentaire

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Invité
07 nov.
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La empresas no solo tienen la obligación de generar riqueza como la mayoría piensa, también tiene una obligación social, y la sociedad premia a las empresas que tienen claro estas dos obligaciones. Felicitaciones por la nota.

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