Después de dos jornadas muy intensivas de trabajo en Saltillo, México, nos invitaron a compartir una cena familiar en casa de uno de nuestros anfitriones y sus socios.
Era una típica cena local, con platos muy especiados y picantes y carnes a la parrilla.
El lugar era muy agradable y la compañía fantástica.
Había una buena variedad de platos y elegí carne asada y algo de ensalada.
Uno de los excelentes anfitriones volvió a su asiento con una especie de guiso que se veía muy bueno, miró mi plato y dijo riéndose: "¡Puedes comer carne asada y ensalada en Argentina!".
¡Tenía toda la razón!
Y realmente me sorprendí siguiendo el hábito, quizás por un poco de temor ante la fama de los picantes del lugar, así que me levanté y probé un poco de todo lo que había (picante, pero muy sabroso).
Lo mismo te puede ocurrir sin darte cuenta en la forma en que lideras y las soluciones que aplicas a los problemas.
La experiencia, la sabiduría y los hábitos tienen muchos beneficios, pero si hacen que, como líder, evites probar nuevas técnicas, estilos y enfoques, entonces se convierten en un verdadero obstáculo.
Todos necesitamos salir de nuestras zonas de confort para avanzar, pero muchas veces, por comodidad, nos quedamos quietos y otros nos obligan a hacerlo y eso nunca se siente del todo bien.
Se necesita ser un buen líder para darse cuenta de esto, e incluso uno mejor para ir constantemente más allá y actuar fuera de la zona de confort probando algo nuevo, por lo que, algo que repito mucho como coach es “Ve siempre más allá y experimenta algo nuevo porque es la forma en que se crece”.
Esto de conservar hábitos, sucede mucho, inconscientemente, en la selección de personal, donde, el entrevistador que busca un reemplazo, deja de lado los currículums que no se ajustan exactamente al perfil del que se fue, y/o los filtra con parámetros como la edad, o la carrera elegida por el postulante, sin ninguna consideración adicional, solo por hábito y con la frase “siempre se hizo así” como premisa.
Volviendo al incidente de la comida, muchas personas no serían aventureras con esto, especialmente en un viaje de negocios, y a veces creo que tampoco lo serían con nada más.
Sin embargo, es interesante plantearse la importancia de salir de la zona de confort y tratar de lograr algo que pensábamos no poder hacer.
En este sentido, creo que cualquier persona con las herramientas adecuadas, la motivación y el apoyo de un buen líder, podría lograrlo sin mayor esfuerzo, así que, si eres líder, tienes trabajo que hacer.
Es importante mantener los ojos abiertos y analizar las opciones todo el tiempo, y esto es más importante aún en el mundo caótico, acelerado y estresante en el que vivimos, donde quedarse quieto o en lo conocido puede ser un salvavidas de plomo.
En mi caso, siempre que viajo, trato de "vivir como un local", porque es una excelente introducción a una cultura diferente, me sirve para ampliar mi visión, entender comportamientos, leer mejor a las personas locales, y, algo más mundano, probar nuevos sabores o vivir nuevas experiencias que normalmente no conseguiría en mi lugar de origen.
¿Y en tu caso?
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