Decía William James (filósofo estadounidense 1842-1910): “El mayor enemigo de cualquiera de nuestras verdades puede ser el resto de nuestras verdades."
Conscientes de esta aseveración, debiéramos tener en cuenta que, cualquier visión de un problema, aún basada en una verdad absoluta, no puede llevarnos a una decisión sin tomar distancia y ver el todo.
Esta capacidad de ver la película completa, es crítica en la toma de decisiones y fundamental en la facilitación del cambio.
Es demasiado tentadora la opción de tomar acción en base a una verdad conocida, pero ¿qué pasa cuando esa verdad se contrapone a otras?
Por ejemplo, supongamos que tenemos esta aseveración comprobada sobre un tema: “El personal de ventas no está alcanzando la cuota fijada en el presupuesto para el área”.
En este caso, podríamos verificar los datos y ver que efectivamente está ocurriendo.
Si nos quedamos con esto, podríamos salir a arengar a la tropa, llamar al gerente del área y presionarlo, salir a ofrecer promociones, etc., pero…
Ahora, si abrimos un poco el lente y vemos que se dan algunas otras verdades, quizás cambiemos la óptica:
los últimos 5 años no se cumplió con la cuota (mala presupuestación?)
tenemos un 20% menos de vendedores que el año anterior
cada vendedor en particular superó la performance del año anterior
este año cambiamos al gerente del área
el mercado está en crisis…
Esto implicó no solo ver el dato puntual verdadero, sino analizar tiempo, recursos, escenario, etc., que también tienen sus verdades asociadas y que cambian la mirada sobre el problema.
A mayor apertura del foco, mayor comprensión del contexto y de la relación entre los hechos.
Por ello, una de las habilidades más importantes para los líderes y gerentes es el dominio del pensamiento sistémico, esa capacidad para superar las verdades contradictorias y construir un todo coherente.
Sin esta habilidad estaremos actuando más en el formato acción y reacción, en la actitud del bombero, que puede tener algún éxito, pero solo dentro de lo que podemos llamar casualidad.
Por ello, la llamada visión helicóptero, la evaluación del todo, el manejo de las relaciones entre causas y efectos, el análisis profundo y abierto, son las herramientas básicas y eficientes de un líder que se precie.
Tratemos entonces de hacer que, el árbol no nos tape el bosque, que la verdad más cercana no nos haga ignorar las verdades vecinas relacionadas y que la solución rápida de un problema no nos acarree más problemas que beneficios.
Algunas preguntas para hacerte
¿Estás basando tus decisiones únicamente en una verdad conocida o estás considerando múltiples perspectivas antes de actuar?
¿Estás analizando el contexto completo antes de tomar medidas específicas ante un problema?
¿Has considerado la interrelación entre diferentes aspectos (tiempo, recursos, cambios recientes, etc.) al abordar un problema en tu organización?
¿Estás utilizando el pensamiento sistémico para comprender las verdades contradictorias y construir una visión coherente de los problemas?
¿Estás optando por soluciones rápidas basadas en una verdad inmediata sin evaluar las verdades relacionadas y el impacto a largo plazo?
Estas preguntas están diseñadas para desafiar la forma en que se abordan los problemas en una organización, impulsando a considerar diferentes perspectivas y a adoptar un enfoque más holístico al tomar decisiones.
Si te interesa profundizar el tema, podemos ayudar y mucho.
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