Henos aquí, en otra crisis cíclica de las muchas con las que hemos convivido.
Actualmente, muchas empresas tomaron ya decisiones duras sobre su operación, y en especial el recorte de gastos asociados a recursos humanos.
Pareciera ser que los recursos humanos son la variable de ajuste por excelencia.
En cada vuelta de este ciclo, miles de personas pierden sus empleos, pero esto no es lo peor...
Muchas empresas pierden sus activos críticos.
¿A qué le llamamos activos críticos?
A aquellos que no son fácilmente reemplazables
A los que nos diferencian de la competencia
A los que nos ayudan a producir más y mejor
A los que su reemplazo es muy costoso
A los que pueden ajustar mi operación más rápidamente de acuerdo a las variaciones del mercado o entorno
Bien, estos que acabamos de describir, no son precisamente máquinas...
Por supuesto que hay que ajustar! Pero habría que hacerlo siempre con cierta visión de futuro y con racionalidad.
Lo primero que debería ajustarse son los procesos y el formato de la organización, y esto no es una tarea menor ya que implica revisar los "para qué" y los "cómo" de la empresa de manera de ver cuál es el ajuste con mejor impacto en la ecuación.
Para esto hay metodología y procesos de análisis racionales a aplicar.
Por supuesto que, si un proceso hecho por personas desaparece, esto podría indicar que las personas deben desaparecer de la nómina, pero, esto no siempre es así...
La revisión de procesos hace que, así como desaparecen algunos de ellos que dejaron de tener sentido, aparecen otros que toman una gran importancia debido a la crisis y que requieren recursos que los lleven adelante.
Y para estos procesos siempre nos conviene revisar el personal que vamos a desafectar, ya que ellos tienen el conocimiento de la empresa, de la cultura interna, de los circuitos formales e informales, del producto o servicio que tenemos, y muchas veces, la camiseta puesta.
Esto nos da la ventaja adicional de, llegado el momento final de la crisis y con una nueva necesidad de crecer, tener los recursos preparados para el combate.
Si usamos estos recursos, además de habernos ahorrado cierto dinero en indemnizaciones, habremos ganado voluntades y seguiremos valorizando el activo más importante de las empresas que son los recursos humanos que las componen, que, vistos así, podemos ahora si llamarlos como corresponde: Capital Humano.
Veamos este "ahorro" con un numerito simple:
La reposición de una persona en una posición media con ciertas capacidades técnicas y más de dos años en la empresa nos cuesta entre 12 y 15 sueldos.
Este cálculo (sacado de encuestas de algunas universidades y consultoras de capital humano) está basado en:
la sumatoria del valor de la gente interna para definir el perfil
la búsqueda y la selección (interna o contratada)
las entrevistas
los exámenes diversos para su ingreso
la inducción
el apoyo de pares y jefes
la capacitación específica en el rol
la toma de control de la tarea
los errores y ajustes debidos al proceso de aprendizaje
sumando además el tiempo en que la persona saliente comenzó a bajar el ritmo y a tener "la cabeza en otro lado"
Y, por supuesto, no podemos olvidarnos del efecto contagio o el de atracción.
El de contagio, se traduce en el miedo de los que quedan de ser el próximo, algo que paraliza y nunca es bueno para la performance.
Y el de atracción, es que, si el que fue despedido consigue trabajo y puede colocar a otros, muchos se sentirán tentados a seguirlo.
Viendo esto, cualquier persona con poder de decisión y en su sano juicio, debiera preguntarse... ¿Y nosotros qué estamos haciendo en este tema?
En tiempos de crisis entonces, pensemos cuanto nos cuesta realmente eso de ahorrar despidiendo personal...
Programas de ROI Agile para apoyo en este tema:
Estamos a disposición para tener una charla y ayudar